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2019 Habitar mis historias

Simón Aldana | Paula Duran | Heidy Sandoval | Participantes del Albergue Calle 18 

Acciones en vivo e Instalaciones en espacio público, laboratorios de creación Colectiva, video y fanzine

Beca Habitar mis historias de la Secretaria de Cultura, Recreación Deporte

Las acciones realizadas en la esquina dejaban más preguntas que respuestas. Había una necesidad de acercarnos más a la comunidad, recorrer otros espacios de la ciudad e indagar por el habitar de calle. Con apoyo de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte al ser beneficiados con la beca Habitar mis historias (2019), pudimos llevar el proyecto a otro nivel. Dejamos nuestros roles de artistas-reporteros y nos convertimos en artistas-analistas. De manera interdisciplinar, pensando en estrategias y laboratorios de creación colectiva, pasándonos al campo del registro audiovisual y manteniendo la escucha, Chismes de calle tuvo tres fases: Laboratorios para andariegos, Cruce de Chismes y Parchaderos. Todos ellos hechos con los participantes del Albergue Calle 18 de la ciudad de Bogotá.

Laboratorio para andariegos

Espacios para la exploración de historias desde el dibujo, la creación tridimensional y la escritura. Metiches y participantes de Calle 18, tuvieron espacios de conversación/creación en la intimidad del taller. Aquí descubrimos la existencia de los andariegos y fuimos más allá de Bogotá. Recordamos las calles de Medellín y de Pereira, la emoción de conocer Santa Marta mochileando y evidenciamos el caminar como una práctica estética.

Cruce de Chismes

A partir de recorridos al rededor de diferentes lugares como el Barrio la Pepita, el Centro de Bogotá y una visita a la Fundación Gilberto Alzate Avendaño (FUGA), nos encontramos en las calles de una ciudad contada a partir de los recuerdos de los participantes de nuestros laboratorios. Unos nos hablaban de su juventud, de la anarquía y el punk; de Bogotá en relación a otras ciudades, de la gente rola y sus diferencias idiosincráticas con otros ciudadanos; de la Bogotá antigua, de sus ñeros y del padre Javier de Nicoló. Nos entregamos a una suerte de derivas como un grupo de situacionistas, transformando nuestra experiencia con el espacio Urbano.

Parchaderos

 

Nuestro Colectivo, luego de estas experiencias, se dio a la tarea de recolectar materiales y a construir muebles. Hizo de manera compulsiva sillas y mesas de diferentes formas, tamaños y colores. Nos gusta pensar que es una forma de reflexionar con las manos. Tratamos de darle forma a todo lo habíamos recogido hasta el momento, y darnos cuenta así de todas las complejidades frente a la habitabilidad de calle que se evidencian al escuchar las historias y al entablar vínculos con los participantes del laboratorio.

 

Este mobiliario lo emplazamos en diferentes espacios como el Parque Ricaurte, el Parque Santander, Bajo el Puente en la localidad de Chapinero y la Universidad Nacional. En las acciones de calle hubo varios invitados como habitantes de calle que pudieron hablar con transeúntes interesados en escucharlos y espacios de socialización con los que habían participado de nuestros laboratorios. Historias de otras personas con vivencias tan duras como los combates de un conflicto armado, el profundo Bronx y las de sus expectativas frente a la vida y al futuro, llegaron a nosotros.

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