METICHES

2017 es un año caracterizado por dos acontecimientos que marcaron un antes y un después en la forma en que desarrollamos nuestra práctica como artistas: Nuestra mudanza de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Nacional de Colombia a los predios de CAN debido a los problemas de infraestructura del edificio 301 y el levantamiento del Bronx que alteró notablemente las dinámicas del espacio urbano bogotano. Frente a este contexto encontramos la necesidad de explorar las posibilidades plásticas del espacio público. Este acercamiento nos permitió asumir la calle como laboratorio de experimentación y creación. Desde cuestionarnos sobre nuestras maneras de habitar y transformar el espacio como ciudadanos, y estudiantes en ese entonces, surgió el Colectivo Metiches.

Ser Metiche es ser un metomentodo, entrometerse en los asuntos ajenos. Nuestra naturaleza es estar a la espera del momento perfecto para aparecer donde no se contempla y pegar la oreja, aguzar el oído y reconocer las palabras, los hechos, los gestos y los eventos presentados. Ser testigos.

A través de acciones como construir, instalar/invadir/tomar, escuchar y contar, abarcamos dos ejes temáticos transversales: espacio público y habitabilidad de calle. Con el primero surgen indagaciones sobre qué es, cómo se construye y cómo es posible habitarlo o modificarlo. Y el segundo se enfoca en el derecho a habitar afectivamente el territorio y en la iniciativa por establecer espacios de diálogo que permitan borrar las barreras de invisibilización e intolerancia, foco de innumerables violencias hacia los habitantes de calle. A partir de ello, nos hemos movido en el campo de la escucha activa, la recolección de historias y al encuentro con la voz de los otros y cómo esta se transforma como materia viva al resonar en nuestros cuerpos. Creando posteriormente, dispositivos sonoros e instalativos que permitan al espectador, poder resonar con el registro de nuestras experiencias.